Desarrollar un buen Social Media Plan no es tarea sencilla. Con el objetivo de ayudar a docentes, estudiantes y profesionales a culminar con éxito este cometido, la Dra. Ana Mancho de la Iglesia y yo misma hemos publicado «El Social Media Plan en cinco pasos». Se trata de un capítulo dentro del primer libro de la colección Comunicación de la prestigiosa Editorial Fragua en colaboración con el grupo de Investigación GICID, de la Universidad de Zaragoza.

Aquí os dejamos una pequeña muestra del contenido del mismo. El libro «Adaptación de la comunicación corporativa a la era post-Covid» de Editorial Fragua. puede descargarse completo de forma gratuíta.


El Social Media Plan en cinco pasos

1. INTRODUCCIÓN

Los medios sociales (social media) han cambiado las reglas del juego en la comunicación corporativa. Desde su aparición, a finales del siglo veinte, la estructura del mercado de los medios de comunicación y, con ello, del sector de las agencias de publicidad ha cambiado radicalmente. Las fronteras se han difuminado y, de hecho, todos los medios están convergiendo hacia lo digital a una velocidad acelerada por muy diversos factores.

Nuevas rutinas profesionales se han convertido en habituales en las más recientes agencias de publicidad: las de marketing digital. También “las empresas de medios, y con estas, los periodistas que llevan años trabajando en la forma tradicional, deben tomar buena nota de este cambio motivado por la convergencia tecnológica de los medios que nos conduce a un solo soporte: Internet” (Flores Vivar, 2009, p. 74).

1.1. La publicidad antes del siglo XIX

El primer formato publicitario que se conoce es la publicidad exterior, al utilizarse las paredes de los edificios para informar a los transeúntes de la existencia de los comercios o de las ofertas que ellos podían encontrar. En la antigua Roma, “aparecen anuncios en textos como los alba, los libelos o los grafitos” (Bermejo, 2009) y los carteles anunciando actividades de circo o teatro eran frecuentes, así como los anuncios oficiales (acta diurna). Los pregoneros medievales, herederos de los praecones romanos (Muñiz Coello, 1983) o los kerux griegos, podrían considerarse asimismo antecedentes de los comunicadores actuales, al incluir anuncios pagados entre los anuncios oficiales que difundían en las plazas y ferias de las localidades. En el siglo XVII, aparecen las primeras empresas dedicadas a la publicidad. Se atribuye a Teophraste Renaudot la creación de la primera empresa publicitaria. A partir de la publicación de hojas con anuncios, que eran repartidas a domicilio, llegó a publicar “La Gazette de France” en 1631.
El siglo XVIII se presenta como el comienzo de la era de la comunicación masiva gracias a la aparición de fuertes avances tecnológicos, el público del mundo occidental fue acostumbrándose a la publicidad y a identificarla como un elemento más de la civilización industrial. En el capitalismo de producción [desde 1750 hasta segunda mitad del XIX] la publicidad se centra en informar de la disponibilidad de los productos. Considerada una actividad al margen de la producción, se clasificaba como gasto improductivo. La empresa está centrada, durante esta época, en la producción: se trata de producir objetos útiles que responden a las más evidentes necesidades.


¿Cómo citar este capítulo de libro según la normativa APA 7?

Iniesta-Alemán, I., y Mancho de La Iglesia, A. (2022). El Social Media Plan en cinco pasos. En R. I.-A. Pérez-Calle, M. Á. García Madruga y M. Conde Casado, Adaptación de la comunicación corporativa a la era post-Covid (págs. 146-163). Editorial Fragua.  https://bit.ly/3BVCXQc 

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