El triste fallecimiento de Verónica Forqué nos ha conmovido en lo más profundo. Se ha suscitado un debate en la sociedad, desde muy diversos puntos de vista.

La presión a la que esta magnífica actriz se ha visto sometida tras su paso por el programa ‘MasterChef’ en su última edición ‘Celebrity’ ha sido terrible.

El formato del ‘talent show’ supone una sobreexposición personal que muy pocos pueden soportar. Y, aún menos, una persona que había declarado estar sufriendo una terrible enfermedad, la depresión nerviosa.

«Estoy regular, necesito descansar. No doy para más. ¡No puedo más! Mi cuerpo ha dicho basta».

Verónica Forqué, en 'MasterChef Celebrity'. (TVE) Fuente: El Confidencial.

Verónica Forqué, en ‘MasterChef Celebrity’. (TVE) Fuente: El Confidencial.

Estas fueron, según leemos en El Confidencial, las últimas palabras que pronunció la actriz en el programa de Televisión Española. Tres semanas después de su emisión, ha sido hallada muerta en su domicilio de Madrid a los 66 años de edad.

La presión en Redes Sociales sobre Verónica Forqué ¿ha sido el detonante del suicidio?

Esa es la gran pregunta que abre el debate en muchos medios y canales de comunicación.

Tras la emisión de un programa en el que  la actriz tuvo que enfrentarse a más presión de la que, como luego se ha visto, era capaz de soportar las redes se ensañaron con ella.

La crueldad absoluta en alguno de los comentarios que me niego a reproducir dicen muy poco de la sensatez de muchos internautas. Lanzados a opinar sin haber reflexionado antes sobre las consecuencias, ebrios del poder que quizá otorga el anonimato y los seguidores, bramaban. Con la inmadurez de los niños de guardería, pero sin la inocencia que la infancia otorga, algunos han utilizado las redes sociales para atacar a una persona sensible en su honor, en su reputación.

Cuando yo misma vi una parte de ese programa (confieso que no me gustan los realitys) me pareció que Verónica Forqué estaba interpretando un personaje. Un actriz de su talla y con el sentido del humor que la caracterizaba, tenía que estar interpretando un papel. Pero era real. Estábamos asistiendo a la angustia y el desconcierto de un ser humano.

Ahora, en las mismas redes que se mofaron de esa tragedia, se clama contra el programa. Según se puede leer en la prensa, por ejemplo en Mundo Deportivo: «La polémica salta a la palestra de Twitter debido a que desde la dirección del programa ya sabían que la exconcursante de ‘MasterChef Celebrity’ había abandonado el programa por una depresión. Pero, aún así, la dirección del talent show culinario, en vez de haber cuidado su imagen por la enfermedad que sufría, decidió centrar el montaje final hacia su desestabilización con el fin de aprovecharse de ella mediáticamente hablando».

¿Hemos aprendido algo? Sinceramente: no lo sé.

Lo que sí sé es que se ha abierto el debate y que algunos nos hemos propuesto reflexionar a fondo. Vamos a estudiar, investigar y profundizar en el fenómeno de la reputación digital.

Entre todos, trataremos de comprender este dragón para intentar domarlo.

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